Este articulo incide en las enfermedades mentales en la poblacion, y en esta, se entrevista a Miquel Roca Bennàssar, psiquiatra y profesor de la UIB, coordina la Unidad de Psiquiatría y Psicología Clínica del Institut Universitari d´Investigació en Ciències de la Salut (Iunics) en el hospital Joan March, y fue publicado en el "DIARIO DE MALLORCA" el dia 27 de Enero de 2008
-Los ansiolíticos son los fármacos más consumidos en las islas.
-Son los que se consumen más porque se utilizan en trastornos de ansiedad y depresivos, que son los más prevalentes. Los ansiolíticos, que conocemos como benzodiazepinas, son rápidos y eficaces y lo ideal es manejarlos en las primeras semanas de tratamiento, en temporadas cortas. Cuando hay que planificar a medio y largo plazo tratamos de pasar a otro tipo de medicamentos o de terapias, pero es verdad que a los enfermos y a nosotros mismos muchas veces nos resulta muy fácil recetarlos porque son muy cómodos como hipnóticos, para cortar la ansiedad de forma rápida. Dice un psiquiatra americano que con los ansiolíticos pasa como con la pornografía de los hoteles, que nadie dice que ve películas porno en el hotel, pero es una industria que mueve millones. Parece que nadie receta un ansiolítico y que nadie los toma pero resulta que se venden muchísimo. También es verdad que la adherencia al tratamiento suele ser muy baja. Que se vendan muchas cajas no quiere decir que se tomen.
-¿Quien más quien menos sufrirá alguna enfermedad mental a lo largo de la vida?-La mayor parte de estudios hablan de prevalencias a lo largo de la vida de alrededor del 20%. Es decir, una de cada 5 personas tendrá una enfermedad mental, según los criterios diagnósticos que manejamos ahora.
-¿Las enfermedades mentales afectan más a unas clases sociales que a otras?
-En la inmensa mayoría de enfermedades ya hay sólidas evidencias de que existe una vulnerabilidad genética o biológica a la que se añaden desencadenantes ambientales. El problema es identificar las alteraciones genéticas y con qué desencadenantes ambientales provocan una enfermedad.
-Es una tarea compleja.
-Es dificilísimo. La gente entiende, por ejemplo, que vulnerabilidad biológica más tabaco genera cáncer de pulmón o enfermedades pulmonares. Aunque también ve que hay quien tiene cáncer de pulmón y nunca ha fumado y gente que ha fumado mucho y no tiene cáncer. Se trata de la suma de todas estas variables. Ahora hemos formado parte de un grupo multicéntrico español que ha estudiado, a través de 3.000 mujeres, la depresión posparto para intentar analizar variables genéticas y averiguar los desencadenantes ambientales
-como que sea el primer hijo, que la mujer se haya separado de la pareja o que haya tenido acontecimientos vitales específicos en ese periodo.
-Así, no se puede determinar si la población rica está más protegida.
-En general, en el caso de las enfermedades mentales graves, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, el factor social económico no parece un elemento protector.
-¿Son suficientes los recursos públicos para tratar las enfermedades mentales?
-Hoy día se ha sustituido el modelo antiguo manicomial por un modelo comunitario. Éste implica que las fases agudas se traten en el hospital, donde la estancia ha de ser lo más corta posible para que el paciente reciba tratamiento ambulatorio cuanto antes y pueda volver a la comunidad, la familia y su ámbito habitual. El problema es que se han de generar unos recursos que todavía no están del todo funcionando. Según el modelo teórico comunitario a los enfermos se les debería devolver a la familia, pero la familia es probablemente la institución que más ha padecido en los últimos años y que menos funciona. Los trabajadores sociales de los hospitales se ven a veces con dificultades para averiguar a quién llaman cuando se ha de dar de alta a un enfermo para garantizarle una mínima atención. La estructura que ha de recibirle cuando vuelve a su casa, a su hábitat natural, o no existe o incluso puede ser perjudicial.
-¿Cómo se debería trabajar para prevenir estas patologías?
-Identificando a los grupos de riesgo y trabajando sobre ellos con las variables concretas. Por ejemplo, una cuestión muy identificable es la conducta suicida. Según los estudios, en alrededor del 60% o 70% de casos de personas que han cometido un suicidio se ha podido rastrear algún problema psicológico o enfermedad mental. El suicidio hoy es la primera causa de muerte entre gente de 15 a 25 años, empatado con accidentes, y la tercera causa de muerte en la población de entre 15 y 50 años. La tasa de suicidio en España está en 6 o 7 casos por 100.000 habitantes lo que, trasladado a una población de un millón, arroja unos 60 o 70 suicidios al año en las islas. No es un problema menor. Se trata de gente joven. Por ello, plantearemos al Govern desarrollar un programa que involucre a médicos de familia, enfermos, psiquiatras, psicólogos y medios de comunicación, como se hace en Alemania o, desde hace unos meses, en Cataluña.
-¿La depresión continúa siendo una enfermedad tabú?
-Cada vez menos, pero sí lo son aún otras enfermedades. Hay que trabajar para acabar con el estigma. Esto permitirá que la gente no se retraiga a la hora de consultar con su médico. En este aspecto, los médicos de familia cada vez hacen mejor trabajo.
-¿Cuando es grave una depresión?
-Dentro de las depresiones hay tipos distintos. Entre el 50% y el 60% son recurrentes, se repiten sistemáticamente a lo largo de la vida y son graves por el sufrimiento y el malestar que generan. Lo más habitual es que una persona tenga un episodio depresivo único que no se repita en el futuro. Esto suele tener buen pronóstico. En el caso de una persona que tiene dos episodios depresivos en un año o dos, el riesgo de que tenga más es de un 60%; si tiene tres o más, el riesgo de que se convierta en una depresión crónica es de casi el 90%.-Una vida muy dolorosa.-La depresión crónica conlleva mucho sufrimiento. A la gente, hasta que no está en una situación como esta, le cuesta entender lo que es un cuadro depresivo grave y lo que significa para una persona. Se sufre mucho. Esta gente necesita un tratamiento farmacológico y psicoterápico continuado porque sufre mucho. -
A los psiquiatras se les acusa de recurrir fácilmente a los fármacos.
-En nuestra unidad hay cinco psicólogos y trabajamos de forma conjunta. En la enfermedad mental, sobre todo la grave y crónica, hay momentos en los que lo más necesario puede ser una hospitalización y un fármaco y otros en los que lo mejor es un tratamiento rehabilitador. Enfermedades como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión recurrente o el trastorno obsesivo compulsivo sirven para ilustrar que psiquiatras, psicólogos, farmacología y psicoterapia no deben ir cada uno por su lado, sino combinados. Por otra parte, en las enfermedades graves los psicofármacos son indispensables.
-¿Se subestima la enfermedad mental en los ancianos?
-Los mayores son los que tienen más riesgo de recurrencias en depresión y un grupo de conducta suicida elevada son los hombres mayores. Es un grupo muy vulnerable, probablemente por una mezcla de factores, tanto biológicos de envejecimiento, como psicológicos y psicosociales de más dificultad para adaptarse a una situación.
-¿Qué peso tienen las enfermedades mentales en la hiperfrecuentación de la sanidad?
-Se dice que entre un 5% y un 10% de los pacientes consume casi la mitad de los recursos sanitarios. Esto es gravísimo desde el punto de vista de la organización y del coste. Hay estudios que intentan averiguar los factores relacionados con la hiperfrecuentación: enfermedades crónicas, mentales, variables puramente clínicas, variables psicológicas, creencias, actitudes, accesibilidad de los servicios. Con médicos de Primaria de diversos centros estamos tratando de identificar cuáles son las variables psicológicas que intervienen de forma más clara en este elevado uso de servicios sanitarios. Hemos empezado a estudiar a la gente que va más de 12 o 15 veces al año descontando las visitas por bajas o porque el médico les cita.
-¿De qué manera mejoran los fármacos?
-Los psicofármacos tratan de mejorar en eficacia, en la reducción de efectos secundarios y en la adherencia al tratamiento. Ahora hay algunos inyectables cada dos o tres semanas o pastillas semanales. Está demostrado que cuantas más veces se debe tomar un fármaco, más posibilidades hay de que sea abandonado.
-¿Hay relación entre las enfermedades mentales y la violencia doméstica?
-Paranoia, más consumo de tóxicos más comportamiento machista parece que es una mezcla que se encuentra en parte de estas conductas violentas. El consumo de tóxicos es un factor desencadenante muy grave.
-¿Ha habido enfermos mentales en puestos importantes?
-Con una enfermedad mental se puede trabajar mucho y llevar una vida muy normal. Lo que pasa es que se debe seguir un tratamiento, igual que con otras patologías crónicas. Con algunas más graves, a largo plazo se produce una minusvalía.
-¿Cuáles son las principales líneas de investigación de la unidad del Joan March?
-Nos dedicamos sobre todo a depresión, trastornos obsesivos compulsivos y también a comorbilidad entre trastornos mentales y patologías médicas. Las personas con trastornos mentales son un grupo de riesgo para tener otras patologías, ya sea por sus hábitos de vida, por su propia enfermedad o por los tratamientos que siguen. Esta iniciativa es un buen ejemplo de cooperación entre el Govern y Universidad en el ámbito de la medicina. Colaboramos asistencialmente en el hospital, sobre todo con una unidad muy potente de desintoxicación de alcohol, que es única en la comunidad y que sirve también para impartir docencia, pues los alumnos de psicología y de enfermería pasan por allí. También es un grupo de investigación. Así unifica las tres cosas: asistencia, docencia e investigación.
1 comentario:
hola, queria comentarte que me parece muy interesante tu blog, y que me gustaria que siguieses actualizando para asi ampliar conocimientos. Gracias, un saludo.
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