Voy a publicar una noticia segun la cual se valora mucho mas la carrera de medicina y cirugia en detrimento de la enfermeria. Este articulo en cuestion, esta publicado en el "IDEAL GALLEGO" publicado en A Coruña el 29 de Enero de este año 2008. Aunque este artículo no tenga mucho que ver con el tema que trato en este blog, me ha parecido interesante desde el punto de vista de una futura enfermera, asi que, aun a riesgo de desviarme del tema principal, aquí está este artículo.
Sergio Quintairos es la cabeza visible del colectivo de las 6.000 enfermeras de la provincia (las mujeres son más del 80%) desde hace doce años. La posibilidad de prescribir fármacos en un catálogo cerrado, la creación de especialidades hospitalarias y la lucha por mejorar su valoración son los retos inmediatos para la profesión. El presidente del Colegio de Enfermería de A Coruña tiene claro que son “la columna vertebral del sistema sanitario”.
—¿Qué va a suponer la prescripción enfermera?
—La orden que se va a publicar para nosotros significa pasar de una situación de ilegalidad actual a la legalidad. Recoge algo que se venía haciendo, pero que con la ley en la mano no se podía hacer. El borrador que el Ministerio de Sanidad remitió al Consejo General de Médicos y otros órganos competentes para que emitan su informe nos permite prescribir o más bien autorizar un catálogo cerrado de veinte medicamentos y otros 25 productos sanitarios, que son cosas tan tontas como algodón o gasas. Los fármacos son laxantes, antiácidos... todos se pueden comprar sin receta médica. El ministro se comprometió a publicarla en esta legislatura y nosotros le creemos.
—Pero ustedes aspiraban a una ley más ambiciosa, ¿no?
—En Reino Unido la enfermería puede autorizar más de 14.000 productos. No pedimos llegar a eso, pero queríamos unas pautas de actuación donde el enfermero pueda hacer una prescripción de productos sanitarios con recetas de continuación, por ejemplo de enfermos crónicos.—¿Qué supondría para el sistema y para los pacientes?
—Más agilidad. Si el enfermero controla la tensión de un hipertenso por indicación del médico y dijo que siguiera tomando el mismo medicamento mientras no hubiera cambios, podríamos darle la receta. Ahora el paciente tiene que volver al médico para conseguirla.
—En ese caso también sería beneficioso para los médicos, que se quejan de que la burocracia les resta tiempo de consulta. ¿Por qué se oponen entonces?
—Será porque creen que pierden algún derecho. Todo lo que están diciendo yo no lo entiendo. Nosotros no queremos meternos en el diagnóstico médico, pero sí que podamos autorizar una serie de medicamentos porque lo hemos hecho siempre. Si en una situación de emergencia donde no hay un médico el enfermero tiene que dar un fármaco... ahí con la ley en la mano no lo puede hacer. En la mayoría de los casos el profesional se arriesga. Lo mismo que cuando pone una vacuna.
—¿Qué relación mantienen con los médicos?
—La relación es buena. El problema se ve que es de la Organización Médica Colegial. Los médicos la mayoría está de acuerdo. La postura de la OMC no es representativa del sentir mayoritario.
—¿Están satisfechos con la posición actual de la enfermería en el sistema sanitario?
—La sanidad española está muy medicalizada, tiene muchos médicos. Casi todos los países de nuestro entorno el ratio enfermero-médico está en 70-30. Somos los que más médicos tenemos por habitante. Aquí el ratio es casi de 50 a 50. Esto supone que el profesional de la enfermería está muy desaprovechado. En la provincia somos unos seis mil colegiados de enfermería y médicos, cinco mil.
—¿A qué lo achacan?
—Viene de una cultura en que la enfermería era una ayuda de los médicos. Hoy en día el enfermero no es ayudante de nadie, tiene cometidos propios.
—¿Y en la práctica?
—Desde la administración y en muchos sitios sí hay esa tendencia a que el médico vea a la enfermera como su ayudante. Los dos deben ser ayudantes el uno del otro en distintos momentos.
—¿Qué puede hacer el colegio para cambiar esto?
—Acabamos de reunirnos todos los colegios de España para elaborar el plan quinquenal 2008-2013. Se abordaron los planes de estudio, los certificados de calidad de la enfermería... Uno de los retos más importantes es la creación de especialidades. Por ahora están desarrolladas las de matrona y de salud mental. Del resto aún se están elaborando los planes de estudio y esperamos que estén en 2009 ó 2010. El Sergas tiene el compromiso para sacar ya plazas específicas para salud mental.
—¿Las especialidades son tan necesarias como en Medicina?
—Sí, igual. El lema es “más enfermeras especialistas, más vidas salvadas”.
—¿Esto mejorará la imagen y el prestigio de la enfermería?
—La imagen de la enfermería ya está subiendo. Todo el mundo sabe que es la columna vertebral del sistema sanitario, aunque es un profesional muy mal retribuido. El futuro próximo son los grados, los masters y el doctorado, las especialidades y la prescripción. La sociedad va a ver a los profesionales de la enfermería con otros ojos.
—Habla de malas retribuciones. En la privada hay conflicto cada vez que toca negociar convenio, ¿cómo lo ve?
—Los colegios somos órganos reglados de vigilancia de la ética profesional. No entramos en temas de sindicatos, pero sí nos preocupa que los profesionales tengan mucho trabajo, turnicidad y malas retribuciones en la pública y en la privada.
—¿Tampoco entran a valorar el conflicto de la Atención Primaria? El Colegio de Médicos criticó la agresión del Sergas a la dignidad profesional.
—Es otro tema sindical. Nosotros tenemos otros mecanismos, pero no podemos intervenir en los conflictos. Nuestra postura es siempre de colaboración y diálogo, aunque podemos ser críticos.—¿Con qué son críticos en estos momentos?
—Con el exceso de trabajo, la masificación... porque además va en detrimento de la calidad de la asistencia que se da a los pacientes. No sé si está empeorando, pero lo cierto es que cada día hay más conflictos
Sergio Quintairos es la cabeza visible del colectivo de las 6.000 enfermeras de la provincia (las mujeres son más del 80%) desde hace doce años. La posibilidad de prescribir fármacos en un catálogo cerrado, la creación de especialidades hospitalarias y la lucha por mejorar su valoración son los retos inmediatos para la profesión. El presidente del Colegio de Enfermería de A Coruña tiene claro que son “la columna vertebral del sistema sanitario”.
—¿Qué va a suponer la prescripción enfermera?
—La orden que se va a publicar para nosotros significa pasar de una situación de ilegalidad actual a la legalidad. Recoge algo que se venía haciendo, pero que con la ley en la mano no se podía hacer. El borrador que el Ministerio de Sanidad remitió al Consejo General de Médicos y otros órganos competentes para que emitan su informe nos permite prescribir o más bien autorizar un catálogo cerrado de veinte medicamentos y otros 25 productos sanitarios, que son cosas tan tontas como algodón o gasas. Los fármacos son laxantes, antiácidos... todos se pueden comprar sin receta médica. El ministro se comprometió a publicarla en esta legislatura y nosotros le creemos.
—Pero ustedes aspiraban a una ley más ambiciosa, ¿no?
—En Reino Unido la enfermería puede autorizar más de 14.000 productos. No pedimos llegar a eso, pero queríamos unas pautas de actuación donde el enfermero pueda hacer una prescripción de productos sanitarios con recetas de continuación, por ejemplo de enfermos crónicos.—¿Qué supondría para el sistema y para los pacientes?
—Más agilidad. Si el enfermero controla la tensión de un hipertenso por indicación del médico y dijo que siguiera tomando el mismo medicamento mientras no hubiera cambios, podríamos darle la receta. Ahora el paciente tiene que volver al médico para conseguirla.
—En ese caso también sería beneficioso para los médicos, que se quejan de que la burocracia les resta tiempo de consulta. ¿Por qué se oponen entonces?
—Será porque creen que pierden algún derecho. Todo lo que están diciendo yo no lo entiendo. Nosotros no queremos meternos en el diagnóstico médico, pero sí que podamos autorizar una serie de medicamentos porque lo hemos hecho siempre. Si en una situación de emergencia donde no hay un médico el enfermero tiene que dar un fármaco... ahí con la ley en la mano no lo puede hacer. En la mayoría de los casos el profesional se arriesga. Lo mismo que cuando pone una vacuna.
—¿Qué relación mantienen con los médicos?
—La relación es buena. El problema se ve que es de la Organización Médica Colegial. Los médicos la mayoría está de acuerdo. La postura de la OMC no es representativa del sentir mayoritario.
—¿Están satisfechos con la posición actual de la enfermería en el sistema sanitario?
—La sanidad española está muy medicalizada, tiene muchos médicos. Casi todos los países de nuestro entorno el ratio enfermero-médico está en 70-30. Somos los que más médicos tenemos por habitante. Aquí el ratio es casi de 50 a 50. Esto supone que el profesional de la enfermería está muy desaprovechado. En la provincia somos unos seis mil colegiados de enfermería y médicos, cinco mil.
—¿A qué lo achacan?
—Viene de una cultura en que la enfermería era una ayuda de los médicos. Hoy en día el enfermero no es ayudante de nadie, tiene cometidos propios.
—¿Y en la práctica?
—Desde la administración y en muchos sitios sí hay esa tendencia a que el médico vea a la enfermera como su ayudante. Los dos deben ser ayudantes el uno del otro en distintos momentos.
—¿Qué puede hacer el colegio para cambiar esto?
—Acabamos de reunirnos todos los colegios de España para elaborar el plan quinquenal 2008-2013. Se abordaron los planes de estudio, los certificados de calidad de la enfermería... Uno de los retos más importantes es la creación de especialidades. Por ahora están desarrolladas las de matrona y de salud mental. Del resto aún se están elaborando los planes de estudio y esperamos que estén en 2009 ó 2010. El Sergas tiene el compromiso para sacar ya plazas específicas para salud mental.
—¿Las especialidades son tan necesarias como en Medicina?
—Sí, igual. El lema es “más enfermeras especialistas, más vidas salvadas”.
—¿Esto mejorará la imagen y el prestigio de la enfermería?
—La imagen de la enfermería ya está subiendo. Todo el mundo sabe que es la columna vertebral del sistema sanitario, aunque es un profesional muy mal retribuido. El futuro próximo son los grados, los masters y el doctorado, las especialidades y la prescripción. La sociedad va a ver a los profesionales de la enfermería con otros ojos.
—Habla de malas retribuciones. En la privada hay conflicto cada vez que toca negociar convenio, ¿cómo lo ve?
—Los colegios somos órganos reglados de vigilancia de la ética profesional. No entramos en temas de sindicatos, pero sí nos preocupa que los profesionales tengan mucho trabajo, turnicidad y malas retribuciones en la pública y en la privada.
—¿Tampoco entran a valorar el conflicto de la Atención Primaria? El Colegio de Médicos criticó la agresión del Sergas a la dignidad profesional.
—Es otro tema sindical. Nosotros tenemos otros mecanismos, pero no podemos intervenir en los conflictos. Nuestra postura es siempre de colaboración y diálogo, aunque podemos ser críticos.—¿Con qué son críticos en estos momentos?
—Con el exceso de trabajo, la masificación... porque además va en detrimento de la calidad de la asistencia que se da a los pacientes. No sé si está empeorando, pero lo cierto es que cada día hay más conflictos
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